LEVEDAD Y CONSISTENCIA ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ El país natal de Yolanda Pantin es Venezuela, "la Pequeña Venecia". "País nombrado con ánimo de sojuzgarlo, peyorativo", dirá ella en un poema. Y siguiendo la fórmula de Bachelard, según la cual "para restituir hay que embellecer", la poeta decide, junto a un grupo de escritores de su país, llamar Pequeña Venecia a un emprendimiento editorial naciente, destinado a publicar, en su mayoría, obras de autores venezolanos y de toda Latinoamérica. Esa misma palabra, Venezuela, adquiere, merced a esta operación de restitución, dignidad y belleza a la vez. Quizás porque ya no se limita a otorgar a un país -como única propiedad- la rara particularidad de provocar el evanescente recuerdo de otro, sino que comienza a designar algo propio: un habla, una historia compartidas. Esa misma voluntad de nombrar con justeza y rigor, se trasluce en su obra poética personal. En uno de los poemas de su libro La quietud, escribe: de eso se trata/ levedad y consistencia. Aplicada a sus textos, esta frase adquiere la resonancia de una declaración de principios. De eso se trata la poesía de Yolanda Pantin: versos leves, construcciones aéreas que, a la manera de alguna de las ciudades invisibles de Calvino, se sostienen en su propia transparencia, y sin embargo, conforman un pequeño, sólido y delicado universo. Escritos que hablan el dialecto materno, ese murmullo o canto que traduce el mundo e inaugura la alternancia entre calma y terror, cuidado y desamparo. Como esa música compleja, disonante del origen, cada poema de Pantin nos dice que la ternura puede ser áspera, desolada, incluso cruel, y que el amor nace en la entrañable voluntad de someterse, de hacer daño. Su obra puede leerse como la intensa crónica de un viaje, que no busca dar cuenta de los innumerables paisajes desconocidos que se presentan a la vista, sino de aquellos -pocos, únicos- paisajes perdidos. Claudia Masin
LA POESÍA DE YOLANDA PANTIN Yolanda Pantin, nació en Caracas en 1954. Estudió Letras en la Universidad Católica Andrés Bello de esa ciudad. Es autora de los siguientes libros de poesía: Casa o Lobo (Monte Ávila Editores, Caracas 1981); Correo del Corazón (Fundarte, Caracas 1985); La Canción Fría (Angria, Caracas 1989), Poemas del Escritor (Fundarte, Caracas 1989), El Cielo de París (Pequeña Venecia, Caracas 1989), Les Bas Sentiments (Fourbis, París 1992), Los Bajos Sentimientos (Monte Ávila Latinoamericana, Caracas 1993), La Quietud (Pequeña Venecia, Caracas 1998), La Épica del Padre (La nave va, Caracas 2002), Poemas Huérfanos (La liebre libre, Maracay 2002), El hueso Pélvico ( Eclepsidra, Caracas 2002), Poesía reunida, 1981-2002 (Otero, Caracas, 2003 (en prensa), además del poema dramático La Otredad y el Vampiro (Fundarte, Caracas 1994). En 1998 publicó en España la antología personal Enemiga Mía. En 1989 recibió en Caracas el Premio Fundarte de Poesía.
POEMA DE LAS DOS CABEZAS ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ Este es el poema de las dos cabezas Sol Cuello Cortado descansa sobre la hierba Cabeza Soberbia partió a los Australes Sol Cuello Cortado dejó que un insecto revoloteara en sus labios y durmió un instante Cabeza Soberbia cansada del viaje haló de los pies a su amante Estuvieron parloteando un largo rato Una tormenta siguió a la otra mas estas cabezas tenían mucho de que hablar Sol Cuello Cortado saltó sobre la nieve y posó sus labios sobre la boca tumefacta que hervía sobre un hervidero de palabras Se contaron sus vidas Esto era todo lo que tenían que decirse sus vidas sus amores La noche las encontró bajo un bloque helado -el viento ululaba en el paisaje blanco- "Es un presagio" dijo Sol Cuello Cortado "No hagas caso" Cabeza Soberbia sintió pánico y entrechocaron sus orejas en un largo abrazo (de La Canción Fría, 1989)
EL DIA QUE CONOCI A SUSAN HOWE ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ Yo venía de la guerra es decir de un nuevo engaño de esos que, al igual que el dolor, hacen bien a la dignidad narcisista según había leído en un poema de Pier Paolo Pasolini y que ahora llevaba como marca en la frente -en cada herida una lección para el futuro vacío pero inmenso- Ya había escuchado el ruido de las aspas y el humano deseo de abrazar hasta los párpados Conocí la metralla en el teléfono y en el océano las yardas Sorbí el trago de París a fondo blanco parte a parte lloré por Alemania Tuve horrendas pesadillas recuerdo especialmente un viaje en elefante -de viajes no me hablen- Me persiguen las imágenes de cuerpos mutilados en los campos brazos antebrazos frutos de la carne Qué sangrientas las batallas, Susan Howe Yo venía de la guerra y sólo traigo unos poemas Hay miedo en el dolor ayer no más decía y estas palabras para un nuevo encuentro lo importante es invisible para los ojos porque el odio fluye en un río de sangre ( de Los Bajos Sentimientos, 1993)
YO HICE EL CABLE SUBMARINO ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ Eres mi criatura yo hice tus ojos tus manos tus dientes montados unos encima de los otros Yo puse tu mirada sobre el mundo tus dos piernas Yo hice al mundo ávido y mojado sin palabras hice tu perfil entrar al agua tus brazadas en el mar en la piscina Yo hice tu barbilla tu cansancio tus aletas de pez en el acuario Hice una joven para amarte de venticinco años la hice apátrida enfermiza una niña en el marasmo Hice un país un enemigo Me dije no está prohibido mirarte Me hice daño Yo hice a mi criatura con mi sangre abrir la carne Marqué las horas muertas en este calendario la importancia del teléfono mudo repicando Yo hice el cable submarino a París también la hice la ciudad de los amantes (de Los Bajos Sentimientos, 1993)
SON TRES LOS ZOPILOTES ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ Mira volar los zopilotes son horrendos Allí están en la cornisa del otro edificio Mientras sirvo el café las aves negras se han posado en la antena parabólica diríase atalaya Cada uno conserva el equilibrio que es suyo y no del Otro -¿De quién comen? Ahora vuelan sin moverse no hacen ruido Son tres los zopilotes ya lo he visto una madre y dos de sus pequeños o una pareja de amantes y su sombra (de Los Bajos Sentimientos, 1993)
NOUVELLE ~~~~~~~~ A veces parecía indiferencia Ese andar por la casa, distante. Nosotros conocíamos el habla Y el lenguaje también de las miradas: calla. Hasta que una voz nos llamaba: "Vengan la cena está servida". Entonces nuestra madre nos saludaba Como si nos reconociera Y en la mesa ya sentados sonreía Para que no pensáramos que la habíamos perdido. (De La quietud, 1998)
APUNTES PARA UNA POETICA ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ (Versión II, en contra de mí misma) Yo había perdido la Gracia poseída como estaba por una galería de fantasmas dediqué a ellos los mejores años de mi vida Naufragios tempestades Turners viejas estampas que el bombardeo ha destruido Las guerras no discriminan Madame X Hoy Persia mañana el río Ouse -El tiempo pasa, el tiempo seguirá pasando- Me pasa como cuando fui a París todo me parecía tan desarticulado -Extraje de una de mis muelas el hilo de Ariadna- Mi hermana Valentina vive aquí Vamos a los museos recordamos a nuestros padres nuestras infancias analizamos las diferencias y casi siempre concluimos cuánta corrupción en nuestro país Dos extranjeras en el Metro En esta ciudad la cultura es gratis Alguien me contó que cuando vio gratis El Espejo de Tarkosvky lloró y lloró La primera vez que lloré fue ante El entierro del conde de Orgaz en Toledo Luego me sucedió viendo un cuadrito de Tolouse Lautrec (El abandono o las dos amigas en la memoria) Me inquietan estos Turners No es difícil reconocerse en sus naranjas Mi hermana Valentina y yo nos reconocemos pedazos de corazón de hígado de pancreas también de riñón en homenaje a nuestro hermano recién trasplantado Qué bella es Londres pero más bellos son nuestros recuerdos -¿En qué época te hubiera gustado vivir? Previsible en el siglo XIX gran dama magenta en Inglaterra Almorzamos pescado frito del día El viento deshilachaba las orlas de las palmeras Hacía arenilla/ en los ojos en la isla donde habíamos llegado como dos ahogadas -¿Qué más quieres? Ahora por ejemplo extraño la calidez de tu cuerpo y tu compañía Podría entonces escribir un delicado poema que ya no hablara del miedo sino de esta relación humana tardes de ocio lectura y la tardanza en el jardín como a veces sucede cuando duermes en mi casa No hacemos nada pero de eso se trata levedad y consistencia La vida ha devenido en un acto de extrema depuración e incluso el poema exige aquella naturalidad que sobrepasa el desgarramiento porque al dejar atrás el velo de los grandes gestos tal vez sobrevenga el vacío de lo que verdaderamente importa De momento abro los ojos y dejo a mi piel ser tocada y si escribo será porque tuve el valor de nombrar las cosas por su nombre Mis amigas poetas han escrito sobre estos cotidianos infiernos No es cierto que el hombre tenga valor Somos tan poca cosa en el fondo Mis amigas refieren en lenguaje poético: _____________ Me gusta esta isla Margarita Si viviera aquí no escribiría Tendría un viviero al que previsible llamaría House and Garden Letras blancas sobre fondo verde oscuro anglosajón y envolvente orquidiario jardín de plantas y una pérgola para tomar el té -¿Por qué no nos comunicamos? En esta ciudad la gente llora en los estacionamientos Te dije: dame el volante te di una sopa en mi casa mujer-esencial mujer-ideal mujer-fantasmal -las mujeres no queremos poetizar. Entiende: en sentido lírico bastante nos poetizaron Discursos poéticos poéticas No poesía no narrativa no ensayo diálogos de cine -Son las islas de las que hablaba y todo lo que quería decir sobre los vivos y sobre los muertos !Qué dulcemente va cayendo tu belleza¡ II Mi hermana Valentina y yo regresamos al Museo En el restaurante con vista al parque bebimos té en homenaje a los vencidos La Crítica nos había enseñado -Carlos Basualdo que el Yo estaba en suspenso -Destruir el yo en la literatura Hicimos una ceremonia frente a la estatua de acero hicimos una hoguera Las lenguetas color naranja -Turners Inglaterra- lamieron papeles palabras y las palmeras deshilachadas de William Faulkner todas esas cosas perdidas para siempre -No encuentra una de qué hablar Fragmentos del alma coágulos del siglo XX Hay poetas así tiene el don de la palabra Dios habla por ellos No sé lo que a una le suceda En todo caso es preferible el silencio a los bellos edificios de palabras que caen Caracas, octubre de 1995 (De: La quietud, 1998)
TRADUCIÉNDONOS A NOSOTROS MISMOS ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ Hay algo extraordinario en el lugar del No Entendimiento y el deseo de entender semejante a la tarea de escribir un poema o de traducir un fragmento de un idioma desconocido Algo cierto como un hachazo en la infantil necesidad de articular un pensamiento o dibujar algo que haga señales en el claro del bosque para el niño autista Pequeños sucesos de la comunicación humana -¿Qué dice? -¿Qué quiere decir? Mínimos gestos y mínimas palabras que en algo calman la creciente ansiedad :Voy entendiendo sólo lo que proyecto sobre ti lo que tu lengua desencadena desde su música extraña cuando desde algún lugar desencajado emergen como faros, también, inesperadas alusiones a osos, a leopardos O la palabra "lobo" traída por el deseo más allá de las cultas referencias a la fundación de Roma y pasando por alto lo que podría ser en el diálogo y no en el monólogo poético si pudiésemos hablar en el mismo idioma un intercambio de eruditas lecturas y salas de museos la palabra "lobo" enaltecida sustanciada Porque lo que al final se entiende desde la callada orfandad de frases imposibles y oídos sordos vacilaciones intentos de avanzar en el claro del bosque -¿Qué dices? -¿Qué me quieres decir? cuando una palabra surge y uno cree entender lo que no era y Es en la certeza también y en el fracaso del poema (de: La épica del padre, 2002) Declaración del alpinista -¿Por qué volver los ojos empañados cuando muerde el iris la cima del mundo mientras toso de angustia? -Porque es peligrosa y porque es fría la montaña volvería en mi intento. (De: La épica del padre, 2002)
PIEL DE VACA ~~~~~~~~~~~~ Silvia Guerra fue quien dijo algo acerca de la res colgada como un signo (fiero) o un espejo de estos tiempos que corren tras nosotras, mujeres. Amores perros, es lo mismo, o no: carne sacrificada. Yo pensé en Simic, al oírla, y en su poema de las carnicerías que había utilizado como pórtico en uno de mis libros. Guerra continuó hablando de sus hijos: cómo eran sus cuerpos extraños aún cuando se habían descolgado del suyo. No hay crimen, Silvia, si se piensa en el desolladero, porque la suave extensión de esta piel moteada de vaca donde Loqui duerme, es un olvido de infancia. (De: Poemas Huérfanos, 2002)
GACELA ~~~~~~ (no por su belleza) Nada le asegura a la gacela permanencia sino, al contrario, le confirma tal es el estrépito de hojas o pisadas de elefantes a lo lejos su fragilidad que finalmente es pánico (de: Poemas Huérfanos, 2002)
El CIERVO ~~~~~~~~~ Iba yo con mi hermano por el bosque, cuando lo vi entre las ramas asomarse. Pude verlo como era, y él, mirarme: Macho, de alta cornamenta. Aunque de noche, los ojos clarearon en su estupor al verme. Volvió la grupa, temeroso. Yo alcé el arma que llevaba y apunté entre los cuernos. Disparé. Y con ello la cabeza se deshizo en el aire que había respirado. Donde hubo belleza quedó el cuerpo tendido sobre la hierba. Tomé el arma y se la di a mi hermano. "Ten -le dije: el rifle con el que he matado sin deseo". Volví la espalda y caminé hacia el auto que había dejado en el umbral del bosque. (De: Poemas Huérfanos, 2002)
LOS SORDOMUDOS ~~~~~~~~~~~~~~ (Por los cuervos que vi) Me sostengo por el hilo de la voz, y por todo lo que el idioma arrastra como detritus: Silabas dichas de amor, gestos de cuando niños. Porque ¿no son cuerpo, también, palabras amamantadas por padres frente al espejo lo que será poesía, lo intraducible? Hinco lo extraño en el oído de quienes escuchan, cuando extraño es para ellos lo amado para nosotros: Casa, familia. Nada entienden. Pájaros de dura lengua, tercos en su graznar disputan. Yo miro el jardín afuera mientras leo desconociendo un paisaje: Olmos, hirsutos pinos cuando se oye el tartamudeo -de mí, sorda y la audiencia, muda- esta tarde en Holanda. (poema inédito) Bosques (...) entonces, invité a mis padres a almorzar en casa. Celebraba que mis hijos habían regresado de viaje y que había perdido un concurso literario. Compré Aves del Paraíso, calas blancas que coloqué en un viejo jarrón de la familia contra la pared roja de la sala-comedor, recién pintada. Preparé calamares en su tinta, porque recordé que cuando niña era un plato de grandes ocasiones -es tan laborioso, exige tanta paciencia. Lo acompañé de arroz blanco al modo de Colombia y de una ensalada de lechugas y manzanas que improvisamos al momento con Jimena. Puse sobre la mesa el mantel más vistoso que tenemos, una carpeta marroquí (?) de tonos ocres, y la vajilla heredada de mi pasado matrimonio. Había una fuente con uvas y ciruelas, las frutas favoritas de mi madre, tan dulces, tan heladas. En la mesa, ya sentados, los hijos y los nietos, brindamos por los momentos que la vida de alegría ofrece. Mi padre quiso decir unas palabras. Cuando uno es joven y sueña, desea grandes cosas, Algunas se cumplen y otras no, la mayoría son sólo sueños. Luego pasan los años, lo escuchábamos hablar, lo único que cuenta, si uno cuenta, si uno vuelve la espalda y mira lo que hemos dejado, donde hubo bosques y el mar que se veía, para juntos celebrar este encuentro que al final recordaremos por encima del llanto y la lección amarga. (De: La épica del padre, 2002)
El HUESO PÉLVICO ~~~~~~~~~~~~~~~~ Yolanda Pantin Alma (...) ¿Entiendes de las dagas que hurgan la sangre para alcanzar las coronas dogmáticas? -Elizabeth Schön- Aquí el presente le sigue al presente en un mundo de pura y maciza cotidianidad. -Igor Barreto- Ten piedad de una casa que se derrumba -La Eneida, Libro IV- I Yo venía a través de la ciudad Desde mi casa al centro, Al otro extremo de aquel valle, Cuando se me urgieron respuestas Para nuestra inconsistencia. De ninguna parte me sobrevino una frase Que llegaba con su imagen: el hueso pélvico, en alto Que carga una diosa. Algo que no era Autoderogativo, como acostumbra serlo Nuestro forcejeo cotidiano, cuando Arrojamos la materia misma De la que estamos hechos: sangre, miasma. Vi Todo malherido, todo Como verdaderamente era, Tal supe que ese centro a donde iba Era el presente macizo, Un haz de luz blanca, ciega. País nombrado con ánimo de sojuzgarlo, peyorativo, Porque uno es el nombre que lleva, Y en nosotros no mirarnos, Cuando todo está desnudo de afecto, hiriente. Olores de la infancia en una localidad cualquiera: Turmero. Queda en el tiempo, Enterrado aquel país irreconocible, Cuando cruzo el pueblo y Voy al centro (minerías, guerras), voy A una manifestación humana, Así el desfile, náufragos, Como fantasmas que atosigan Perlas, las esquinas son esquirlas De granadas En un patio interno. Pulpa Ofrecida, abierta, Así la patria que no amas. II Voy al centro del país peyorativo, Voy sorteado los obstáculos Dentro de un paisaje innoble, Basurales, baldíos, La luz burda cierra los portales Del tiempo hacia el futuro. Queda el presente puro Que te ha descubierto. Te descubres en el tiempo Que has merecido, Contigo y con tus hijos. Estás en el vacío Pero vas al centro, Sin orillas, sin escampaderos, En el presente de los descreídos, Has sobrevivido. Vamos los sobrevivientes Junto con la marea humana Vamos por las carreteras Atascados En el tráfago de almas. Cruzamos la ciudad Hacia el centro Caído el sopor De la mañana, En el cenit del día, La canícula, la resolana. Dejo el auto En el atolladero Giro la llave En la canícula Salgo al sol A la bruta premonición, Junto con todos. II Salve reina Que estás en las aguas Digo esta oración Ante tu estatua -Mas tu no existes, Sino en el hueso materno. Vamos los creyentes En la hora descreída Por un puente, Sobre el presente duro. Espléndida figuración De una mujer Enarbolada Carga la ciudad Sobre la espalda Al centro de su arteria Fluvial Pasamos sin mirarla Reina sagrada Que un artista supuso Ver sobre la danta Espoleada En su musculatura Compacta Carga, Hacia la vertical, Un hueso De interrogación Patria, Por el derivativo Interrogada Levanta El hueso duro De roer Portezuela, finalmente, Es apertura Una vez por la hendija, Cuando llegas con sangre. IV Lee a tus poetas Lastimeras partituras, No de las cigarras, paraduras De niños En las montañas quietas. Ay, nada puede intimidarte, poeta, Ni el viento en los alambres. Sí, Temidos horizontes Que escribió Enriqueta. Mañana será el día Del enfrentamiento. Te ruego Levanta la cabeza Pero que haga sentido Lo que escribes. Las opiniones no son mi fuerte Puso Gottfried Benn En boca de un pianista, El sublime Chopin De los Nocturnos. Así, el artista es preso De un interior de sangre Hasta dar con su "música". Me adscribo a ese credo Que supone fe en arte, Como si un trineo se precipitara Por sobre una montaña de nieve. Pero piensa tú, ahora, En las palabras y en los signos Que abren. La poesía No expresa a un descreído, Ni lo absuelve. Es responsable. No malgastes su Poder En estos tiempos Sino te encuentras con ella En mitad de la noche. V (Jamaica. Hubo un naufragio. Allí carga Eneas Corona Para sus cascos Y metrallas. Amor Ya no es señuelo Para destino tan alto. Partió La flota los mares, Ahíta De tempestades Y catástrofes. Si hubiese sido merced Reina patria morada Posteridad De cuido y belleza Por el amor Dejada Mas Fuego Cubrió la zaga A más llanto, épica Amarga Tal fue El sueño cumplido Y el sacrificio del Héroe Cuanto vale Cuanto resta: Has de ver el mar Enturbiarse de maderos Y crueles antorchas Encenderse El litoral Hervir en llamas) VI Nos han cortado el hilo Umbilical Se oye la música De las esferas lastimar, Caravanas, Patrullas metropolitanas. Cree, cree en algo Que no sea corrupción. Tu mismo lo eres Desde tu indefensión: un cínico. Pero estás en tu país, ¿No escribió un sabio Siguiendo tradición De siglos, antes de morir Un signo que conjuga Respiración con muerte, Mordiendo la cabeza? Vamos al centro Donde un cerco Humano nos espera, Piedras De amolar los cascos No habrá bandajos En este acto multitudinario, Ni campanas. Sonaremos los odios, Ya tajado el país Cuyo espanto subsiste. Existe el sol Esto que parece perorata Es premonición. Existe el sol Priva en el valle Una montaña en flor. VII Patria Son olores de la infancia, Un cierto grado De la luz, Enero, En la remembranza. Es una soñolencia, Certificación que trae Lo estrictamente subjetivo, Personal, Hasta la casa. Patria Es tu presente oscuro Lo trivial que también Te constituye: Estas serán Tus banderas. Casa Es tu respiración, El arqueo acompasado De tu pecho Sobre tu vencimiento. No defiendas nada. Quédate con tus palabras En tu boca. Que no sea nada Lo que has dicho o pensado Alguna vez. Todo Lo que a tus manos llegue, Aun lo que es contrario A tus ideas y a tus obras, Recíbelo como dádiva De tus empleadores. Pero nos quieren ver Con las banderas Hacia el balcón del pueblo Van los ciegos Por el desfiladero VIII La oscuridad es un territorio en el que abundan los exploradores. Son opacos los márgenes de la conducta humana, tenebroso el origen de la humanidad en la Biblia y los infiernos de Dante. La revista Nature publicó en su número de diciembre un descubrimiento en el que participaron 25 científicos, para vislumbrar por primera vez la materia oscura del Cosmos. El hallazgo reveló el espectro de una débil estrella. Así apareció el dios Nahuatzin encorvado y con llagas hasta convertirse en astro; así esta enana lisiada. Pero es Vera Rubin quien introduce a la materia oscura: "Imagine por un momento que una noche despierta abruptamente de un sueño. Arriba a la conciencia, parpadea sus ojos sondeando la oscuridad y se encuentra inexplicablemente solo en lo vasto de la negrura". IX No ensombrezcas tu día: Que sea como los otros Celebrado en familia, una fiesta De modestos regalos Avanza, como hasta ahora los has hecho, Contra el miedo, ya que nunca te ha abandonado Siendo uno de tus temas, a tímidos pasos, Sobre el vidrio. ¿Recuerdas la visión aquella noche De la torre de espejos, en Bogotá, Por lo que se avenía como una asonada, En 1989? No lo olvides, pero que no te amedrenten. Porque si volviese del paisaje turbio la mirada Que arroja tu país en nombre de una ideología, Has vista ciega y recuerda tus logros: La casa que has levantado Como una barricada de color rojizo; Tus hijos, que viven contigo; las horas Que le has dedicado a la poesía Para callar (o no) por sobre el vocerío. X Vamos Por nuestra ración Desconcertada Al centro del meollo: XI Nada. No ha cambiado el paisaje. Hasta la herida en la montaña Del deslave que causó tantas muertes, La cubre ahora, al cabo del tiempo, Un cielo impenetrable. Son iguales las curvas en la carretera, Atravesando el parque, las ventas De cambures y empanadas De pescado, hasta el puente, Aquella exhuberancia de la vegetación Que distingue una selva aragüeña. El pueblo de Ocumare ha crecido, Pero no se siente una extraña Al recorrer su plaza sombreada Y su bonita iglesia, pobre, como tantas. Algunos intentos de ineptos gobernantes, Hablan del gesto de embellecer baldíos Con toscos ornamentos, donde antes había casas Que, abandonadas, terminaron siendo escombros Y ahora, muecas. Es el mismo paisaje de mi infancia, En el playón: resol de gentes y de licorerías. Es cierto que nosotros, los niños Que antes fuimos, no nadamos Entre espigones que mitigan, siete, La fuerza de las olas, Entre aguas contaminadas. Pero es la misma arena y el mismo abandono, Cuando no nos perturbaba La humedad del aire y la tristeza de las edificaciones; Menos la música, en los altoparlantes. Embrutecerse, divertirse. Igual el agua calmaba nuestros ánimos Y aunque sintiera miedo en la noche Al escuchar las olas venir contra la casa, Cerraba al fin los ojos, pensando Que el sol saldría para distraer, Junto al azul caribe, La indigna realidad que nos informa. XII El autor de la nota Que he citado Acerca del origen de la oscuridad Publicada en Internet desde México, (CNI en línea, Jueves 9 de diciembre de 2001) Refiere en su encabezado La interpretación del mito de Prometeo, Según Kafka; cómo Lo único que sobrevivió, dice, Del héroe que entregó a los hombres La luz en forma de fuego, y luego De haber sido devorado Por ave de rapiña, Su cuerpo tajado, atado a una roca, Cansados los dioses, y la herida, Al cerrarse, cansada, también, en olvido de sí, Tal como olvidaron el águila y los dioses, Y el héroe mismo, uno con la roca, Al replegarse, fue la roca misma. Quedó la montaña de roca, inexplicable. XIII Descendimos del auto En el atolladero Cuando Vimos a la diosa En alto Fragilidad Que es vida Por donde la flor del valle En la montaña Corona Atrás la oscuridad Quedaba De la estrella Lisiada. La luz entraba Por el hueso De la madre Como resurrección al mar Por los desfiladeros Adentro De una casa. Caracas, Diciembre de 2001
PAPEL LITERARIO La escritura poética de Yolanda Pantin Para llegar a la quietud Harry Almela Desde hace ya algunos años, se ha repetido en varios espacios (y por diversas razones) el nombre de Yolanda Pantin. In illo tempore, cuando apareció su ópera prima, Casa o lobo (Monte Avila, 1980), se habló de la proximidad de su obra con la de Ana Enriqueta Terán y de una novedosa manera de acercarse al querido asunto de la infancia. Luego vino el período de Tráfico, esa manía de fotografiarse en conjunto, que tuvo en Armando Rojas Guardia a su más preclaro ideólogo. La obra inmediatamente posterior de Yolanda quiso entonces leerse a partir del manifiesto del grupo, buscando cercanías o distancias con la propuesta inicial. También fueron estos los años de los primeros libros de María Auxiliadora Alvarez, Lourdes Sifontes y otras escritoras más. La mezcla de estas circunstancias devino en la bizantina controversia acerca de la poesía femenina vista desde la perspectiva personal y social. Cuatro libros de la autora en ese final de década (Correo del corazón, Fundarte 1985; La canción fría, Poemas del escritor, Fundarte 1989 y El cielo de París, Pequeña Venecia, 1989) atizaron la discusión. Luego de un breve silencio, apareció Los bajos sentimientos (Monte Avila, 1993), en cuya portada se afirma, con justicia, que Pantin es una de las voces más sólidas de su generación. A estos títulos se suma ahora La quietud (Pequeña Venecia, 1998). Del particular desarrollo de esta voz, hoy deseo garabatear algunas líneas. Cuando se pone sobre una mesa la obra de un autor, para así poder apreciarla en su recorrido, por lo general se nos presentan libros capitales y libros que abren o cierran puertas. Siento que en Pantin, sus libros capitales son Casa o lobo, Correo del corazón y Los bajos sentimientos. La canción fría, Poemas del escritor y La quietud cierran y abren ciclos. Mención aparte merece El cielo de París. Más adelante diremos el porqué. Es una obviedad afirmar que con Casa se funda una poética personal. No resulta extraño que la mayoría de los libros primerizos tengan a la infancia y su entorno como tema principal. Y es necesariamente así, pues la voz necesita un punto de partida en la memoria, un espacio vital para su evolución futura. La casa es el útero donde se desarrollará la voz. El pasado personal es la materia más cercana para construir la morada que habrá de permitir mejores juegos. En Casa está el hogar, Gradisco y los suyos, el hirsuto ritual de una clase venida a menos, entre las ruinas de la hacienda San Pablo en las afueras de Turmero. Estos asuntos volverán, con la nostalgia que da la distancia en el tiempo, en la poesía de Yolanda. Correo del corazón es la siguiente cresta de la ola. Fundado el hogar, la voz sale a la intemperie para nombrar lo presente. Libro inteligente por muchas razones (su construcción, su decir, sus referentes literarios), inicia la busca de la distancia estética, de la ironía, del rechazo a cualquier patetismo. Si en Casa la cercanía con el sentimiento se expresa en un lenguaje cerrado y nocturno, en Correo se escribe con alejamiento, casi con desafecto, para abrir nuevas posibilidades expresivas, solares. En este libro figura "Vitral de mujer sola", texto fundamental de la soledad en femenino, asumiendo los rituales cotidianos de la madurez en presente. Este poema inicia, en la obra de Pantin, la tendencia a incluir textos que parecen más una declaración de principios, ese ars poética tan querido y necesario en momentos cruciales de crecimiento. La canción fría, a nuestro juicio, llevó aquella distancia estética a otras latitudes. En el título ya se delata una aparente ausencia de lirismo, un querer marcar distancias con el hecho escritural. En algunos textos de este libro vuelve Yolanda a su infancia, pero con una crudeza y desamparo ya asumidas para siempre. Léase, en este sentido, el poema "La patria chica", con claras referencias al mexicano Ramón López Velarde. En este mismo tono de distancia, ubicamos Poemas del escritor, el extremo más lejano de ese recorrido. Aquí, el alejamiento crea un escritor masculino, atribulado por las mediocridades de su precario oficio. Hay en sus páginas ese regusto de dolor ante la imposibilidad del decir, esa angustia que media entre el desear y el poder nombrar, asumida con el tono irónico que matiza gran parte de las obras del período. Con El cielo de París sucede algo distinto. Aun cuando el pie de imprenta anuncia el año 1989 (igual que La canción y Poemas) tengo la impresión de que su hechura es posterior a las otras empresas. Aquí el texto se construye desde diversos ángulos: el informe directo de textos de otras escritoras, su decir fragmentario, el ir y venir entre lo externo y la interioridad, la tendencia a asumirse como ars poética: "Abril es el mes más cruel/ y/ los peores poetas/ escriben en primera persona/ versos que no importan a nadie// (Escribe: el mundo)// El mundo es el ombligo// Abrir/ abrir la carne/ (ver)/ soñar con la ciudad/ de la infancia/ el país de la primera edad/ en las faldas de la madre/ ciudad arqueada/ que a los quince años/ ya era imposible" y su largo y sostenido aliento, colocan a este texto como uno de los mejores poemas extensos de su generación. Cuatro años después de este estallido de publicaciones, Monte Avila edita Los bajos sentimientos. En este libro encontramos algunos rasgos que pertenecen de lleno al espíritu de la modernidad: interioridad neutral en lugar de sentimientos, mundo fragmentario en lugar de mundo unitario, fusión de lo heterogéneo, un operar frío que convierte lo cotidiano en extraño, tensiones de fuerzas absolutas. La temática poética de lo imaginario en este libro es una excusa para explorar áreas no tangibles de lo real. Así sucede en los poemas "Yo hice el cable submarino", "Quiero descansar en la isla de Tobago", "El río interior" y "El día que conocí a Susan Howe", texto donde Yolanda continúa su exploración en el ars poética. Estos rasgos modernos, tal y como la entiende Hugo Friederich a partir de Baudelaire, abren el camino hacia otro aspecto que cabe señalar de este libro: su apertura hacia lo que se ha convertido en llamar la posmodernidad literaria, expresada en su manera de ejercitar la intertextualidad, la ausencia de centro, el deliberado goce ante el pastiche, la nocturnidad vampiresca y la ausencia de veneración ante la poesía como objeto artístico. Con La quietud, Pantin cierra el ciclo iniciado en Casa o lobo. Es un libro de la madurez en el manejo de sus recursos poéticos (la ironía, la distancia otra vez, las referencias cultas) es un habla exacta donde está ausente toda intención de deslumbrarnos con alguna retórica. Ese desprendimiento del ser, ese dolor antiguo expresado en sus libros anteriores, se nos presenta aquí en situaciones límite: "Yo soy otra/ He aceptado la invitación a viajar./ En el auto,/ el paisaje pasa demasiado rápido./ Raspa al oído/ la música sorda que el interior repele./ Atravesamos el país sin detenernos,/ apenas para orinar o para beber un trago de agua/ en las gasolineras./ El verano castiga gris y estático/ como el cielo/ Conversaciones banales distraen el asedio de las horas muertas./ Levantamos las tiendas/ a la orilla de un río ancho y cenegoso./ Las aves chillan al alzar el vuelo./ Me acerco al río./ como Narciso al estanque./ Las aguas turbias no reflejan mi rostro./ Yo he soñado con esto.// (La herida ha sanado sobre la carne muerta)". (Del poema: "Yo soy otra"). Desde el sosiego de Casa o lobo al dejarse estar de La quietud, hay un círculo que se ha cerrado). ¿Hacia dónde se dirige esta voz? El próximo libro de Yolanda Pantin habrá de ser un reto en su destino literario. EL NACIONAL - DOMINGO 31 DE ENERO DE 1999
Welcome to Newsgroup alt.centipede. Established just for writers, poets, artists, and anyone who is creative. A place for anyone to participate in, to share their poems, and learn from all. A place to share *your* dreams, and philosophies. Even a chance to be published in a magazine. The original Centipede Network was created on May 16, 1993. Created because there were no other networks dedicated to such an audience, and with the help of Klaus Gerken, Centipede soon started to grow, and become active on many world-wide Bulletin Board Systems. We consider Centipede to be a Public Network; however, its a specialized network, dealing with any type of creative thinking. Therefore, that makes us something quite exotic, since most nets are very general and have various topics, not of interest to a writer--which is where Centipede steps in! No more fuss. A writer can now access, without phasing out any more conferences, since the whole net pertains to the writer's interests. This means that Centipede has all the active topics that any creative user seeks. And if we don't, then one shall be created. Feel free to drop by and take a look at newsgroup alt.centipede
Ygdrasil is committed to making literature available, and uses the Internet as the main distribution channel. On the Net you can find all of Ygdrasil including the magazines and collections. You can find Ygdrasil on the Internet at: * WEB: http://users.synapse.net/~kgerken/ * FTP: ftp://ftp.synapse.net/~kgerken/ * USENET: releases announced in rec.arts.poems, alt.zines and alt.centipede * EMAIL: send email to kgerken@synapse.net and tell us what version and method you'd like. We have two versions, an uncompressed 7-bit universal ASCII and an 8-bit MS-DOS lineart-enchanced version. These can be sent plaintext, uuencoded, or as a MIME-attachment.
. REMEMBERY: EPYLLION IN ANAMNESIS (1996), poems by Michael R. Collings . DYNASTY (1968), Poems by Klaus J. Gerken . THE WIZARD EXPLODED SONGBOOK (1969), songs by KJ Gerken . STREETS (1971), Poems by Klaus J. Gerken . BLOODLETTING (1972) poems by Klaus J. Gerken . ACTS (1972) a novel by Klaus J. Gerken . RITES (1974), a novel by Klaus J. Gerken . FULL BLACK Q (1975), a poem by KJ Gerken . ONE NEW FLASH OF LIGHT (1976), a play by KJ Gerken . THE BLACKED-OUT MIRROR (1979), a poem by Klaus J. Gerken . JOURNEY (1981), a poem by Klaus J. Gerken . LADIES (1983), a poem by Klaus J. Gerken . FRAGMENTS OF A BRIEF ENCOUNTER (1984), poems by KJ Gerken . THE BREAKING OF DESIRE (1986), poems by KJ Gerken . FURTHER SONGS (1986), songs by KJ Gerken . POEMS OF DESTRUCTION (1988), poems by KJ Gerken . THE AFFLICTED (1991), a poem by KJ Gerken . DIAMOND DOGS (1992), poems by KJ Gerken . KILLING FIELD (1992), a poem by KJ Gerken . BARDO (1994-1995), a poem by Klaus J. Gerken . FURTHER EVIDENCES (1995-1996) Poems by Klaus J. Gerken . CALIBAN'S ESCAPE AND OTHER POEMS (1996), by Klaus J. Gerken . CALIBAN'S DREAM (1996-1997), a poem by Klaus J. Gerken . THE LAST OLD MAN (1997), a novel by Klaus J. Gerken . WILL I EVER REMEMBER YOU? (1997), poems by Klaus J. Gerken . SONGS FOR THE LEGION (1998), song-poems by Klaus J. Gerken . REALITY OR DREAM? (1998), poems by Klaus J. Gerken . APRIL VIOLATIONS (1998), poems by Klaus J. Gerken . THE VOICE OF HUNGER (1998), a poem by Klaus J. Gerken . SHACKLED TO THE STONE, by Albrecht Haushofer - translated by JR Wesdorp . MZ-DMZ (1988), ramblings by Igal Koshevoy . DARK SIDE (1991), ramblings by Igal Koshevoy . STEEL REIGNS & STILL RAINS (1993), ramblings by Igal Koshevoy . BLATANT VANITY (1993), ramblings by Igal Koshevoy . ALIENATION OF AFFECTION (1993), ramblings by Igal Koshevoy . LIVING LIFE AT FACE VALUE (1993), ramblings by Igal Koshevoy . HATRED BLURRED (1993), ramblings by Igal Koshevoy . CHOKING ON THE ASHES OF A RUNAWAY (1993), ramblings by I. Koshevoy . BORROWED FEELINGS BUYING TIME (1993), ramblings by Igal Koshevoy . HARD ACT TO SWALLOW (1994), ramblings by Igal Koshevoy . HALL OF MIRRORS (1994), ramblings by Igal Koshevoy . ARTIFICIAL BUOYANCY (1994), ramblings by Igal Koshevoy . THE POETRY OF PEDRO SENA, poems by Pedro Sena . THE FILM REVIEWS, by Pedro Sena . THE SHORT STORIES, by Pedro Sena . INCANTATIONS, by Pedro Sena . POEMS (1970), poems by Franz Zorn All books are on disk and cost $10.00 each. Checks should be made out to the respective authors and orders will be forwarded by Ygdrasil Press. YGDRASIL MAGAZINE may also be ordered from the same address: $5.00 an issue to cover disk and mailing costs, also specify computer type (IBM or Mac), as well as disk size and density. Allow 2 weeks for delivery. Note that YGDRASIL MAGAZINE is free when downloaded from Ygdrasil's World-Wide Web site at http://users.synapse.net/~kgerken.
All poems copyrighted by their respective authors. Any reproduction of these poems, without the express written permission of the authors, is prohibited. YGDRASIL: A Journal of the Poetic Arts - Copyright (c) 1993 - 2001 by Klaus J. Gerken. The official version of this magazine is available on Ygdrasil's World-Wide Web site http://users.synapse.net/~kgerken. No other version shall be deemed "authorized" unless downloaded from there. Distribution is allowed and encouraged as long as the issue is unchanged. All checks should be made out to: YGDRASIL PRESS COMMENTS * Klaus Gerken, Chief Editor - for general messages and ASCII text submissions. Use Klaus' address for commentary on Ygdrasil and its contents: kgerken@synapse.net * Pedro Sena, Production Editor - for submissions of anything that's not plain ASCII text (ie. archives, GIFs, wordprocessored files, etc) in any standard DOS, Mac or Unix format, commentary on Ygdrasil's format, distribution, usability and access: art@accces.com We'd love to hear from you! Or mailed with a self addressed stamped envelope, to: