DONES DE LA TARDE José Miguel Desuárez POÉTICA Y AVENTURA ME dice mi mujer que estaría bien que, ya que he escrito este poemario, explique cómo he llegado a dar con él, algo que se echa mucho de menos en el estudio de la literatura en general: no lo que los eruditos escriben a partir de lo que el creador ha logrado, sino lo que el propio creador desvela que ha hecho para llegar a su pequeño gran misterio que publica. A mí la poesía no hace mucho que me ha cautivado del todo. Leerla la leo desde siempre, y escribirla hace ya casi dos lustros que la escribo, pero amarla, como la amo, en silencio, con aires de carpintero, todo el día con el lápiz en la mano contando versos y acentos, así hace poco que la siento. Sin embargo, ya he aprendido que la poesía es aire -"igual que la pintura es agua, la música fuego y la escultura tierra, cada uno de los cuatro elementos básicos de la naturaleza"-, y que sólo imitando a la naturaleza, como decía Leopardi en su Discorso de 1818, es como merece la pena escribir poesía: dejando que la naturaleza, con sus milagros naturales, su música de siempre y el presente -no la vana actualidad de cada día- entre en mis versos. Versos que busco que sean siempre -amén de algunos alejandrinos- endecasílabos o heptasílabos, que no son sino las dos hermosas variantes del metro clásico italiano. Pero no sólo Italia me guía, pues en John Keats y en ese silencio suyo, trágico, con ansia de vivir, que se respira en sus cantos, y en Juan Ramón Jiménez, y en su agilidad descubierta, con amor y presencia, también bebo y busco ese último refugio de la naturaleza que es todavía la poesía. Muchos poetas dicen que, primero, les viene un verso, una ráfaga, y que luego van entresacando el alma del poema sobre el papel, poco a poco. A mí eso me ocurre algunas veces. Otras, simplemente, entro en una suerte de trance al que me predispongo, y escribo de un tirón todo el magma del poema en prosa, para luego darle forma en versos bien medidos -pero sin rima: la métrica me ayuda a crear, pero la rima, todavía, me apaga; por lo que se deduce que aún me queda muchísimo que aprender-; versos, bien medidos, que casi nunca tienen mucho que ver con el original. Y resultan, los que busco, versos mucho más breves, más concisos, más provocadores de sonidos y de imágenes que los originales, y que, a menudo, se quedan fuera del libro para darle fuerza a los que permanecen en él, para que así, los que sean leídos, sepan a poco al lector y den una idea, nada vaga, de que hay una raigambre inmensa tras los centenares de versos que se pueden encontrar, finalmente, en el poemario tal y como se publica. Durante la trabajosa y larga reescritura reconozco que me resulta, a veces, difícil no emborracharme con los sonidos, con su evocadora seducción, su sonoridad jugosa. Quizá por eso, cuando reescribo un libro, oigo siempre la misma música, ya sea música clásica o celta o nuevas músicas de autores sentimentales y exquisitos, que sería largo enumerar aquí. La poesía siempre es sentimental, lo ha sido siempre, desde Virgilio hasta José Julio Cabanillas, desde Milton hasta Ramón Gaya; pero es también alegre, y alumbra claridades en el alma: hace resonar una sonrisa en los ojos como una música que acompaña, en la tarde, al solitario, a la mujer joven, y al anciano que sabe y remira la vida para no olvidarla nunca, porque es el mejor regalo que puede vivirse y cantarse. En concreto, este libro de poemas, en vez de repensarlo, simplemente, lo he sentido y vuelto a sentir con renovados ojos, que diría Keats, y he dejado que la naturaleza, con sus volcanes en la tierra, sus vórtices entre las estrellas, y milagros animales y vegetales, entre en estos versos como sólo debe llegarse al refugio que es siempre un poema: en silencio, con las manos abiertas y la mirada viva y puesta en las cosas que de verdad importan: pues la poesía es ese aire que nos dice y nos cuenta qué cosas trae la noche del alma esperando la aurora y el nuevo azul, en el puerto o tras la duna, huyendo de nada, y en ti prendándose por aventura.
DONES DE LA TARDE José Miguel Desuárez CADA TARDE REGRESO ~~~~~~~~~~~~~~~~~~ Cada tarde regreso a una sola tarde: en ella un lugar encrespado que conozco mejor que mis manos se alza y sostiene toda mi infancia plena. Allí corríamos y volábamos, divisábamos la lejanía, que no importaba, y el tiempo no pasaba, no era de este mundo. El sol de las tardes me cuenta cosas de aquellas otras que pasé buscándote, en flores libando el sabor de tus ojos. Está lejos aquel promontorio de tierra, aquel monte entre las casas solitarias del fin de la ciudad pequeña y agreste; pero vivo en aquel lugar y siento, como siempre, que mi vida es una tarde.
DÍA Y NOCHE ~~~~~~~~~~~ Día y noche buscaba una sombra, una flor, el pergamino de un beso donde quedarse a recordar el azul de las sales del aire. Surcaba el resol de la tarde, sintiendo su estero de sinsabores. Y la fragante noche le adoraba con sus estrellas de encaje bajo la luna, esa fruta de luz redonda que seduce todavía con su lejanía alcanzable. A veces, oía un llanto, un quejido suave, y no sabía que eran sus manos abriéndose, pergeñando un instante de yemas dulces. Una mañana supo cosas sobre el jaspe de las horas que nadie había intuido, mientras razonaba, cerca de un lago, con las libélulas coloristas del aire. Día y noche buscaba una sombra, una flor, y lo que halló fue conocer la verdad de su vida: pues vivía sólo para colmar esa búsqueda del amor imposible hacia la eternidad completa que era su mirada tocando mi corazón.
LOS SIGLOS FELICES ~~~~~~~~~~~~~~~~~~ EN los siglos felices -donde los hombres crearon, con industrias mágicas, un paraíso de tesoros incalculables- yo temía a los dragones en la noche. Con imperios de fuego surcaban los cielos y los sueños, y mis manos no lograban herirlos. Así hasta que la flauta del tiempo despertó y la fuente de mis pesadillas se tornó en clarasol sulfúrico. En el desván de la tarde probé la victoria de tus ojos, y con el huracán enceguecido de los dragones supe embrujar hasta las flores de mi reino de mentiras blancas.
IMSOMNIO ~~~~~~~~ Despertó en una noche, de madrugada, con el picor de un campo de ortigas en los pies. Había soñado que iba en bicicleta y siempre perdía el aire de las ruedas. Imperios de pequeñas hormigas invisibles cercenaban la planta de sus piernas y sólo trazar signos en papeles le apagaba el súbito ardor extraño. Quiso emular a aquel ciego poeta que memorizaba versos antes de escribirlos: sus poemas de insomnio son felices todavía por aquella crueldad real que encierran. Y un paracetamol efervescente izó pronto su efecto aglutinador: reunió su ánimo en luces y sombras, y colmó su nocturna pesadilla acercándolo un día más a la muerte y al horror de los sueños que se hacen realidad.
EL OLOR DEL FUEGO ~~~~~~~~~~~~~~~~~ En el campo el olor del fuego abruma con el color dorado del romero de sus flores aéreas y volátiles. Vienen con él los años infantiles, las tardes en el campo familiar. Con ese olor arrecia el primitivo amor que nada sabe del futuro; la reciente inocencia de los niños descubriendo la noche más salvaje; la tarde más amable, o el sosiego de una mirada amorosa y materna.
AL MAESTRO ~~~~~~~~~~ A José Julio Cabanillas SI te dice el maestro, en la tarde, junto a un café, en charla amable: abandona el sentimiento, cífralo y ahonda en tu aurora de emociones, donde tal vez halles algo que no te gusta: hazle caso. Él no te habla con sustantivos generales que hay que evitar, no quiere que busques la artificialidad, si tu voz es limpia como tu alma. El maestro escucha el aliento del aire que una vez a él le dijo muchas cosas y ahora lo reproduce, con cariño, para ti, que titubeas, emergiendo embrollado, cuando ya comprendes que una línea clara y serena, pero verdadera, vale más que todos los arcos iris del mundo que acecha en las calles. Oye al maestro, él se dejó llevar por el amor al anticipo de la resurrección que es para él la poesía, como una orilla que aquilata lo que el mar devuelve a esos ojos que miran el eco de su corazón.
PERLAS DE AIRE ~~~~~~~~~~~~~~ I LANUGO, meconio, calostro: palabras que recuerdan al verdadero paraíso. y II DE la miel no es tan dulce su sabor endiosado como su lento caer en gracia.
OTOÑO ~~~~~ HOY ha entrado el sol por la ventana. Ya se marchan, presurosas, las golondrinas y en los brazos despunta el frío. El reflejo de las olorosas lluvias de septiembre pronto traerá un ramo de sosiego a las tardes, una calle de aurora, abrigada de libros. Con el olor a tierra mojada, dulce y casi masticable, el otoño llega para quedarse sobre la piel interna del verano: el olor a castañas asadas es sólo su fino aliento que va tomando cuerpo. Como una llama de flores pequeñas y blancas, el jardín renace muriendo en revuelos de hojas secas. La luz al atardecer se vuelve chillona y dulce, arrastra el día hasta una noche completa. Habría que encender el fuego del corazón para no tropezar con las próximas nieblas. Lejos queda el mar, como una promesa de oro que brilla en las pupilas y en las fotografías. El recuerdo comienza a grabarse en el alma, como aquella escuela resonaba en los oídos en los primeros otoños de toda la vida.
INVIERNO ~~~~~~~~ EL invierno cae como un telón de nieve sobre el paisaje, puebla los árboles y los campos con su blanca mano que mata, pero no los apaga. Al contrario, desnudos como están, los bosques se alzan al cielo y emprenden el vuelo como estorninos que azuzaran el aire para colarse en él. Cae una lluvia monótona y fría que cierra las ventanas, tras las cuales los solitarios se adentran en un hermoso libro no escrito aún. El invierno aguardaba con sus pequeñas cosas: el escenario nebuloso de una mañana de fina llovizna lenta como la noche y aquilata los baños calientes tras la sensación de frescura y de soltura que sientes al desnudarte en el dormitorio lleno de sol límpido y afilado. Mi balcón ha sido, por un momento, el campo de juego de unos gorriones que cayeron a él revoloteando festivos. Yo miraba al cielo azul contemplativo, y esa visita alegre de los pájaros me ha sacado del recuerdo que me absorbía. Me embebía la memoria de aquel viaje a Portugal. Allí nació en nosotros el respirar del mar a través de un río generoso y anchuros como el Tajo. Allí una muralla alzó nuestras risas y en aquellas calles cristalinas y antiguas la vida parecía cosa de magia y una eternidad invernal que no perderemos nunca... Pero se han marchado, al instante, los pájaros y se han llevado así mi alma en su vuelo: ¡Qué sólo me he quedado, sin mí, en la clara mañana del invierno!
PRIMAVERA ~~~~~~~~~ HAY un veranillo cuando llega la primavera. El cielo saca su azul más límpido y lo pone a secar al aire, sobre los cordeles del campo. Todos salen a pasear, a disfrutar de esa luz joven que llama en las ventanas, como el caracol avisa en las flores de su paso con su rastro: carretera de diamantes líquidos que reluce en la fría mañana verde. En primavera las mujeres sacan sus brazos tiernos de la ropa y caminan balanceando los senos, la carne joven que renace de su escondite invernal. Y en el campo las flores se tornan olorosas y coloridas, las mariposas de un día no temen a los niños, y la brisa recuerda que en algún sitio existe un paraíso. Crecen los días, como espuma de vino y leche, con voces de otro tiempo que ahora por fin se reconocen. Pero también la muerte llega con el incienso de las iglesias a hacer su agosto en los cuerpos rotos y cansados de tanto vivir. La primavera estalla, de pronto, como un borbotón de sangre que pidiera paso a través de los páramos verdiazules salpicados de amapolas y de margaritas. Luego vuelven las lluvias, traicioneras y frías, que minan los campos de alfombras de espigas verdes salvajes, de olorosas hierbas silvestres que claman al cielo. El arco iris abre la nostalgia en el cielo límpido, tras el riego frío de las nubes, con ese olor a yodo de mar que dejan en el aire recién lavado. Recordamos entonces que la primavera es asesina, que con ella perdimos a esos seres queridos que ya no volverán nunca a darnos su cariño. Así circula la vida dándonos la alegría y la pena en un mismo gesto, compensando y aquilatando el tiempo. El olor a vela quemada, como nata de sueños, se mezcla con el incienso de verdad que sale de las iglesias a hechizar a los feligreses que estrenan zapatos, vestidos claros y sortijas de colores. Los capiruchos apuntan al cielo, como antenas que marcaran la vía láctea que llega al paraíso. Saltan los pasos, con estrépito de crujidos tintineantes, y una saeta sostenida y breve, se adentra con sentido en mi memoria, en aquellas noches que de niño asombraban a todos recordando lo que nunca habíamos vivido: la pasión del tiempo pasando por primera vez para todos gracias a la tradición de la semana santa primaveral. Ahora la santa no es la semana, sino la esperanza de que pase pronto sin dejar una huella marcada de hastío y de tedio en el alma, si no logras irte de viaje a Egipto o al Caribe. Recompensa el día del libro, las ferias del libro, el volcán de los libros... y la promesa de un largo verano que vuelve a traernos la frescura de la infancia solariega que veías pasar sentado en las escaleras, o en el umbral de mármol de tu puerta, contemplativo, esperando el amor en el balcón, la tarde con su claridad de sones.
VERANO ~~~~~~ ESTE verano las nubes tienen una hermosura plúmbea: parecen elefantes de metal deshaciéndose con el calor y el aire. Las paredes arden como el suelo y el agua grita que ya no puede más. Los niños ríen cansados, pero ríen y la luna se marcha a otra galaxia. El verano asola las plazas, los parques y los jardines con el sol como único faro. El verano es estéril.
LOS PLACERES DEL AÑO ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ HAY tardes que traen un tesoro de aire con el que los pájaros juegan irreales y cetrinos a un tiempo. Y otras tardes que llegan y pasan como un velo que quisiéramos leve pero que pesa en el alma y deja huella maciza. Una claridad imponente se filtra al fondo como un espejo donde vemos el futuro, una estancia se abre en el corazón que alberga sombras de todas esa vidas que van poblándonos de gloria y eternidad. Y va marcándose la hora en que los años no habrán de traer nada nuevo al mundo: sólo música y ronroneo, la reescritura del placer de revivir lo que no se ha vivido por pereza y el amor verdadero a los placeres del año.
EL LADRIDO DE LA MUERTE ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ A veces, a los muertos les precede un paraíso de luz y aire alrededor; y en ese estado los hallamos, quietos y altivos: desposeídos de tiempo. Hace años tuve un perro loco-tonto: fue vigilar mal una nave vieja su cometido único y verdadero. Hasta que una mañana lo encontramos en un rincón del patio de naranjos vecino: allí la luz tamizando espesuras de hojas otoñales simulaba un edén de muerte amable y gloriosa. Y allí huyó el último ladrido letal que hirió mi juventud para siempre.
CON EL CRECER DE LAS TARDES ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ Con el crecer de las tardes la vuelta a casa me llena de lúgubres pensamientos. No en el invierno de cruda noche, ni en el otoño de lánguida mañana, o en el verano de sofocante mediodía: en primavera las tardes duelen porque llaman a vivirte intensas al tiempo que anuncian su dulce ocaso. Los cuerpos jóvenes y lejanos pasean y los niños alborotan aún más que en otros tiempos, otras glorias. El aire de las rosas de colores de los jardines también clama suave su son de cristales olorosos. La noche va macerando la luz con su llegada y al alma asoma el remordimiento por ver tanta vida que escapa provocándonos.
ERÉNDIRA ~~~~~~~~ Eréndira, tú sabes que las flores que venden tus manos, tu sonrisa y tu melena no brillan tan hermosas como tú. En la floristería te rodeas de colores, de flores tan carnosas, fieles como tus ojos que aguardan siempre mis versos y mi voz. No puedo ver tus flores de carne, tus ninfas dulces, pues pertenecen a otro hombre. Él te quiere y te conoce. Cada noche abrirá el manjar de tu cuerpo y en ti siembra su amor, sus dones y toda su pasión. Yo sólo escribo versos por encargo, por celebrar tu beso que otro goza. Pero cantar lo ajeno no es pecado, es dar gracias divinas por aquesta belleza que paseas vestida por las calles. La flor de tu ombligo ya me demuestra cuánta gracia, qué ágiles pechos cuajan bajo tu risa; qué piernas tan altas elevan tu figura de diosa morena. El perfume de las rosas -y su alegoría- nada puede al competir con el calor de tu cuello o el mezcal de tus dientes riendo. Lejano te nombro, y te pierdo en paz como una promesa de carne de otra vida, para otro, a través del espejo ciego del deseo.
DESDE LA ESTACIÓN ~~~~~~~~~~~~~~~~~ Desde la estación, el tiempo parece algo detenido en el aire, como el sol tras los olivos. Atraviesan la distancia los raíles subrayando un horizonte metálico, pero no por ello la estación arrulla los ruidos que orbitan alrededor como abejas. Yo que he esperado el amor en los trenes, he venido a este sombrajo de hierro buscando el sosiego que dejan las golondrinas al marchar como un tropel de estrellas negras y ágiles. Pero ha de bastarme con entonar aquellos días de niño que entraba en la iglesia dispuesto a ser monaguillo. Repicaban las campanas en los tejados y el templo iba armándose de almas y de fe. Los bancos crujían, retumbaban los pasos y en la fría sacristía el cura recibía el atuendo, daba calma y consejos. Confesarse entonces como el más inocente era lo más cándido del domingo. Luego volver al paseo con los zapatos limpios y el alma clara, renovados los ojos y el corazón como una paloma alzándose con las risas. Trajeron la muerte los años postreros y al cielo subió el amor primero y único de la madre mía. Latía en mi sien la campana con otra melodía, con arrebatos nuevos, dolorosos y exangües. El día lloró hasta entrada la noche, y la luz siguiente dolió en el pecho como unas brasas. Yo que había esperado el amor en las tardes, prendiendo velas y respetando imágenes, me vi solo, como un andén de hierro en invierno. Por eso he venido aquí, y desde aquí te recuerdo madre. Donde quiera que estés sabrás que no hay tarde más sola que aquella en la que no evoco tus ojos al mirar al horizonte. Elevo entonces mi alma mística al aire afortunado y libre que cobija a los pájaros; y siento un peso, una caída, un silencio: noto que de mi alma se desprende algo que orilla una puerta, un pasillo de luz al fondo de la tarde. Traerá la noche, alguna vez, una palabra tuya ensortijada, tus manos y vendrá ÉL contigo a verme; pero quizá sea tarde, como ahora, para seguir en la estación de hierro solitaria sin nadie a quien esperar, sin trenes a los que decir adiós, porque ya pasó el más certero: el tren de la infancia, y contigo su estela de sones y dones; porque la muerte es eso: llegar, para siempre a la infancia de arenas blancas donde un ángel de papel hace la guardia. Ya se apagan los rumores de la tarde, ya se encienden las estrellas en el cielo. Ya se apaga el recuerdo de tu mirada, ya se enciende la esperanza en el corazón. Sólo resta acabar de elevar la luna alta y perderse en el zumbido de las farolas amarillas. Como un templo, la estación preserva la imagen de la soledad, de los raíles, la insoslayable franqueza de los ecos de esta vida que transimos como un tren: errantes a través de los caminos, hasta llegar al alma de los pasajeros y a su rincón de plegarias y de risas.
José Miguel Desuárez nació en 1975, en Valencia (España). Estudió hasta 1993, año en que terminó el COU y pasó a dirigir la empresa familiar de su padre, lo cual no le apartó de su vocación literaria. Entre sus autores preferidos están Miguel de Cervantes, José Julio Cabanillas, Andrés Trapiello, Luigi Pirandello, y, particularmente, Georges Perec, lo que le ha llevado al estudio razonable de la lengua y la cultura francesas. Ha sido también batería de dos grupos de rock, locutor de radio y cofundador de la revista Indefeto. En 1999 publicó su primera novela, La habitación del Norte, en la editorial Grafein de Barcelona. Actualmente, y tras haber escrito tres libros de poemas, está preparando su tercera novela (la segunda está en proceso de publicación). Y trabaja en una nueva traducción de poemas de John Keats. También participa activamente en el grupo Ficcioneros, que surgió en abril de 2005 a raíz de un correo electrónico masivo de la editorial Lengua de Trapo, que avisaba así a los participantes en su premio de novela. Ya está en prensa la primera publicación del grupo: 17 relatos en edición bilingüe (castellano y francés), en la editorial Arcoiris, de Toulon. Ha obtenido el XVIII Premio de poesía "Villa de Monesterio", con El rombo que somos. El primer premio de poesía del "V Certamen Literario "Villa de Marchena". Y ha sido finalista en el II Premio de poesía "Ángel Miguel Pozanco" y en el V Certamen de relato corto "Villa de Monturque". La dirección de su blog es: http://www.blogs.ya.com/josemigueldesuarez/ Y otra página que coordina es: http://www.sapiens.ya.com/insulaliteraria/
Welcome to Newsgroup alt.centipede. Established just for writers, poets, artists, and anyone who is creative. A place for anyone to participate in, to share their poems, and learn from all. A place to share *your* dreams, and philosophies. Even a chance to be published in a magazine. The original Centipede Network was created on May 16, 1993. Created because there were no other networks dedicated to such an audience, and with the help of Klaus Gerken, Centipede soon started to grow, and become active on many world-wide Bulletin Board Systems. We consider Centipede to be a Public Network; however, its a specialized network, dealing with any type of creative thinking. Therefore, that makes us something quite exotic, since most nets are very general and have various topics, not of interest to a writer--which is where Centipede steps in! No more fuss. A writer can now access, without phasing out any more conferences, since the whole net pertains to the writer's interests. This means that Centipede has all the active topics that any creative user seeks. And if we don't, then one shall be created. Feel free to drop by and take a look at newsgroup alt.centipede
Ygdrasil is committed to making literature available, and uses the Internet as the main distribution channel. On the Net you can find all of Ygdrasil including the magazines and collections. You can find Ygdrasil on the Internet at: * WEB: http://users.synapse.net/~kgerken/ * FTP: ftp://ftp.synapse.net/~kgerken/ * USENET: releases announced in rec.arts.poems, alt.zines and alt.centipede * EMAIL: send email to kgerken@synapse.net and tell us what version and method you'd like. We have two versions, an uncompressed 7-bit universal ASCII and an 8-bit MS-DOS lineart-enchanced version. These can be sent plaintext, uuencoded, or as a MIME-attachment.
. REMEMBERY: EPYLLION IN ANAMNESIS (1996), poems by Michael R. Collings . DYNASTY (1968), Poems by Klaus J. Gerken . THE WIZARD EXPLODED SONGBOOK (1969), songs by KJ Gerken . STREETS (1971), Poems by Klaus J. Gerken . BLOODLETTING (1972) poems by Klaus J. Gerken . ACTS (1972) a novel by Klaus J. Gerken . RITES (1974), a novel by Klaus J. Gerken . FULL BLACK Q (1975), a poem by KJ Gerken . ONE NEW FLASH OF LIGHT (1976), a play by KJ Gerken . THE BLACKED-OUT MIRROR (1979), a poem by Klaus J. Gerken . JOURNEY (1981), a poem by Klaus J. Gerken . LADIES (1983), a poem by Klaus J. Gerken . FRAGMENTS OF A BRIEF ENCOUNTER (1984), poems by KJ Gerken . THE BREAKING OF DESIRE (1986), poems by KJ Gerken . FURTHER SONGS (1986), songs by KJ Gerken . POEMS OF DESTRUCTION (1988), poems by KJ Gerken . THE AFFLICTED (1991), a poem by KJ Gerken . DIAMOND DOGS (1992), poems by KJ Gerken . KILLING FIELD (1992), a poem by KJ Gerken . BARDO (1994-1995), a poem by Klaus J. Gerken . FURTHER EVIDENCES (1995-1996) Poems by Klaus J. Gerken . CALIBAN'S ESCAPE AND OTHER POEMS (1996), by Klaus J. Gerken . CALIBAN'S DREAM (1996-1997), a poem by Klaus J. Gerken . THE LAST OLD MAN (1997), a novel by Klaus J. Gerken . WILL I EVER REMEMBER YOU? (1997), poems by Klaus J. Gerken . SONGS FOR THE LEGION (1998), song-poems by Klaus J. Gerken . REALITY OR DREAM? (1998), poems by Klaus J. Gerken . APRIL VIOLATIONS (1998), poems by Klaus J. Gerken . THE VOICE OF HUNGER (1998), a poem by Klaus J. Gerken . SHACKLED TO THE STONE, by Albrecht Haushofer - translated by JR Wesdorp . MZ-DMZ (1988), ramblings by Igal Koshevoy . DARK SIDE (1991), ramblings by Igal Koshevoy . STEEL REIGNS & STILL RAINS (1993), ramblings by Igal Koshevoy . BLATANT VANITY (1993), ramblings by Igal Koshevoy . ALIENATION OF AFFECTION (1993), ramblings by Igal Koshevoy . LIVING LIFE AT FACE VALUE (1993), ramblings by Igal Koshevoy . HATRED BLURRED (1993), ramblings by Igal Koshevoy . CHOKING ON THE ASHES OF A RUNAWAY (1993), ramblings by I. Koshevoy . BORROWED FEELINGS BUYING TIME (1993), ramblings by Igal Koshevoy . HARD ACT TO SWALLOW (1994), ramblings by Igal Koshevoy . HALL OF MIRRORS (1994), ramblings by Igal Koshevoy . ARTIFICIAL BUOYANCY (1994), ramblings by Igal Koshevoy . THE POETRY OF PEDRO SENA, poems by Pedro Sena . THE FILM REVIEWS, by Pedro Sena . THE SHORT STORIES, by Pedro Sena . INCANTATIONS, by Pedro Sena . POEMS (1970), poems by Franz Zorn All books are on disk and cost $10.00 each. Checks should be made out to the respective authors and orders will be forwarded by Ygdrasil Press. YGDRASIL MAGAZINE may also be ordered from the same address: $5.00 an issue to cover disk and mailing costs, also specify computer type (IBM or Mac), as well as disk size and density. Allow 2 weeks for delivery. Note that YGDRASIL MAGAZINE is free when downloaded from Ygdrasil's World-Wide Web site at http://users.synapse.net/~kgerken.
All poems copyrighted by their respective authors. Any reproduction of these poems, without the express written permission of the authors, is prohibited. YGDRASIL: A Journal of the Poetic Arts - Copyright (c) 1993 - 2001 by Klaus J. Gerken. The official version of this magazine is available on Ygdrasil's World-Wide Web site http://users.synapse.net/~kgerken. No other version shall be deemed "authorized" unless downloaded from there. Distribution is allowed and encouraged as long as the issue is unchanged. All checks should be made out to: YGDRASIL PRESS COMMENTS * Klaus Gerken, Chief Editor - for general messages and ASCII text submissions. Use Klaus' address for commentary on Ygdrasil and its contents: kgerken@synapse.net * Pedro Sena, Production Editor - for submissions of anything that's not plain ASCII text (ie. archives, GIFs, wordprocessored files, etc) in any standard DOS, Mac or Unix format, commentary on Ygdrasil's format, distribution, usability and access: art@accces.com We'd love to hear from you! Or mailed with a self addressed stamped envelope, to: